El excesivo calor de la plancha puede debilitar tu cabello.
Este problema se intensifica en cabellos finos y teñidos. En este tipo de melenas es fundamental seguir una serie de cuidados antes y después de usar la plancha. De lo contrario, la calidad del pelo puede disminuir considerablemente: pueden producirse quemaduras y los mechones más castigados pueden partirse.
Para no llegar a ese punto (y recuperar el brillo en tu pelo), te indicamos qué cuidados y tratamientos seguir. De esta forma, podrás usar la plancha a diario sin exponer tu pelo al daño.
No laves el pelo todos los días
Si lavas tu cabello todos los días, lo secas con secador y luego usas la plancha lo estás castigando de manera innecesaria: eliminas la grasa natural que protege tu melena.
En cambio, si lo lavas dos o tres veces por semana lo mantienes hidratado y aumentas su elasticidad.
Usa mascarillas y acondicionadores
Estos tratamientos reparadores combaten la debilidad de tu melena y recuperan su calidad en cada aplicación. Hay que dejarlos actuar un minuto y aclarar.
Para fortalecer tu pelo es importante que estos productos contengan un alto nivel de contenido nutricional (vitaminas y proteínas).
Si quieres que actúen con mayor rapidez, aplica los tratamientos en las zonas más dañadas del cabello (medios, raíz o puntas), y masajea en círculos la parte en la que empleas la mascarilla o el acondicionador.
Usa protectores térmicos
Estos productos complementan a los anteriores, pero deben usarse justo después de lavar el pelo, o antes de usar la plancha.
Los protectores térmicos evitan quemaduras en la melena (por exceso de calor) o que algunos mechones debilitados se partan.
Plancha a 185ºC
La temperatura a la que expones a tu cabello es un factor determinante para recuperar su calidad.
No superar los 185ºC es clave para no causar daños ni debilitar los mechones más dañados.
Por eso, es importante que tu plancha disponga de temperatura ajustable o no supere ese límite en ningún momento (como el caso de las planchas de pelo GHD).
Seca tu pelo al aire
Otra forma de ayudar a reparar tu pelo es secarlo sin la ayuda del secador, o prescindir de él cuando no sea necesario (por ejemplo en verano).
De esta forma, eliminas parte del calor que genera roturas en el cabello.
Además, esta práctica es ideal para evitar el efecto frizz, y resalta mucho más el brillo natural de tu melena.
Si no tienes tiempo para secarlo a temperatura ambiente, utiliza el secador en modo aire frío para que el calor no dañe tu pelo (y siempre después de usar los protectores térmicos).
Usa aceite de oliva
Una vez a la semana, antes de lavar el pelo puedes aplicarle una mascarilla de aceite de oliva. Esto fortalece la fibra capilar de tu melena, la hidrata y le da brillo.
Para ello, solo debes embadurnar tu pelo con aceite de oliva, recogerlo hacia arriba con una pinza y esperar todo lo que puedas antes de lavarlo.
Con el tiempo notarás la diferencia.